¿Vale la pena un All Inclusive? Mi primera experiencia en un All-Inclusive fue en 2016, en el hotel Sol Palmeras de Varadero, Cuba. La idea sonaba perfecta: pulserita en la muñeca y olvidarse del mundo. Pero la realidad me golpeó rápido. Hicimos dos excursiones de día completo y, de repente, me vi almorzando fuera, gastando un dinero que, en teoría, ya había pagado. Sentí que no estaba aprovechando el servicio, que algo no cerraba.
Años después, en plena pandemia, la vida me puso de nuevo en un All-Inclusive, esta vez en Curazao. Fue una decisión consciente: era uno de los pocos destinos abiertos, con protocolos excelentes y la «burbuja» del resort nos daba una seguridad que en ese momento no tenía precio.
Estas dos experiencias me enseñaron la lección más importante sobre este tipo de viajes: un All-Inclusive no es bueno ni malo, es una herramienta. Y si no sabés cómo y cuándo usarla, puede ser la trampa perfecta para tu billetera.
En «Mateando Rumbos», nuestra filosofía es clara: se puede viajar sin gastar una fortuna, porque para todo hay una opción. Por eso, hoy vamos a desarmar este gran dilema. No para cancelar los All-Inclusive, sino para que inviertas tu dinero con conciencia y elijas la aventura que de verdad se alinee con vos.
La Gran Pregunta: ¿Cuándo Vale la Pena un All-Inclusive?
La respuesta corta es: depende 100% de tu estilo de viaje y del contexto.
El All-Inclusive es tu Mejor Aliado Cuando…
- El Contexto lo Requiere (Como una Pandemia): Como nos pasó en Curazao, a veces las circunstancias mandan. Un resort puede ofrecer un entorno controlado y seguro que te permite viajar cuando de otra forma sería imposible o muy estresante.
- Viajas en Familia y Buscás Armonía: Seamos honestos. Para muchas familias, el viaje es para disfrutar todos juntos, y eso significa que los niños no sean una carga. Si tus hijos se divierten más en una piscina que recorriendo una ciudad, el AI-Inclusive puede ser la solución para que todos tengan sus momentos de disfrute, sin la logística de pensar tres veces al día dónde comer.
- Tu Objetivo Principal es Descansar y Desconectar: Si tu plan es moverte de la reposera a la piscina y de la piscina al bar a buscar un buen daiquiri, ¡felicidades! El All-Inclusive fue inventado para vos. Es la opción suprema para el relax total sin tener que tomar una sola decisión.
- La Seguridad del Destino es una Preocupación: Aunque no nos guste, hay destinos maravillosos donde la seguridad fuera de las zonas turísticas es un tema delicado. En ciertas áreas, la «burbuja» de un resort te da una tranquilidad invaluable para disfrutar sin tener que estar constantemente en alerta.


El All-Inclusive Puede Ser un «Pecado» Si…
- Sos un Viajero de Mochila en el Corazón: Si, como yo, un día perfecto implica perderte por callecitas, subirte al «bondi» para ir a una playa local o descubrir una feria, ¿qué sentido tiene estar atado a un hotel? Es pagar por el privilegio de «estar preso a siempre comer la misma comida y ver a las mismas personas».
- Amás la Gastronomía Local: Para un uruguayo, pensar en ir a Brasil a un All-Inclusive es casi un pecado. Con lo económico y delicioso que es comer afuera, ¡sería una locura! Si soñás con la comida callejera y los restaurantes locales, el resort te va a dejar con gusto a poco.
- Tu Itinerario está Lleno de Excursiones: Este es el error de novato que cometí en Cuba. Si de 5 días de viaje, vas a estar 3 en tours, estás pagando por almuerzos y cócteles que nunca consumirás. Y si sos de los que les gusta explorar por su cuenta, la cosa es aún más clara. Si te gusta alquilar un auto para recorrer a tu aire, estás pagando dos veces: por el coche y por los servicios del hotel que no estás usando.

Un dato para ahorrar en tu exploración: Justamente, una de las mejores formas de romper la burbuja y conocer de verdad un destino es con un auto. Para no pagar de más, nosotros siempre usamos Discovercars.com. Es un buscador que compara al instante los precios de todas las rentadoras (las conocidas y las locales) y te muestra la opción más barata.
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La Batalla de los Presupuestos: All-Inclusive vs. Hotel Tradicional

Para que lo veas más claro, aquí tienes una tabla comparativa. No se trata solo de números, sino de la experiencia que obtienes por tu dinero.
Característica | Resort All-Inclusive | Hotel Tradicional / Apartamento |
Costo Inicial | Alto y fijo. Incluye todo (o casi todo). | Bajo a medio. Solo pagas por el alojamiento. |
Control de Gastos | Ventaja: Sin sorpresas. Sabes el total desde el día 1. | Contra: Requiere autodisciplina. Los gastos diarios pueden sumar mucho. |
Comodidad | Ventaja: Máxima. Todo está resuelto y a tu alcance. | Contra: Requiere planificación (dónde comer, qué hacer, cómo moverse). |
Experiencia | Menos inmersiva. Vives en una «burbuja» de confort. | Ventaja: Más auténtica. Te sumerges en la cultura y ritmo local. |
Flexibilidad | Contra: Poca. «Ata» al viajero al hotel para justificar el gasto. | Ventaja: Total. Libertad para improvisar, cambiar de planes y explorar. |
Impacto Local | Menor. El dinero se concentra en una gran corporación. | Ventaja: Mayor. Tu dinero va directamente a restaurantes y mercados locales. |
El Universo de Alternativas: Viajar con Libertad y Conciencia
Si te identificas más con la columna de la derecha, ¡bienvenido al club! Aquí te dejo las alternativas que te dan el control de tu viaje y tu dinero.
- El Apartamento o Airbnb: Libertad, Ahorro y Sabor Local: Esta opción te da la libertad de no depender de horarios. Mi truco no es cocinar todas las comidas, ¡eso quita tiempo! La clave es usar el súper para solucionar el desayuno a tu ritmo y tener siempre agua fría. Para las otras comidas, salís a explorar y a comer en locales auténticos, lejos de las plazas turísticas. Además, los anfitriones de Airbnb suelen darte las mejores recomendaciones, las que no aparecen en las guías: dónde comen los locales, no a dónde mandan a los turistas.
- El Hotel con Desayuno: El Equilibrio del Explorador: La comodidad de tener el desayuno listo no tiene precio. Te soluciona la primera comida y te deja el resto del día libre para la aventura, sabiendo que podés almorzar donde te pille y cenar en ese lugar increíble que descubriste.
- Tomar la decisión correcta para cada destino es la clave del viaje inteligente. Hay lugares donde, por su cultura y costos, te preguntás si realmente vale la pena un all inclusive. Para nosotros, ese fue exactamente el caso en nuestro viaje a Pipa en Brasil, una demostración perfecta de cómo una aventura con presupuesto bien gestionado puede superar en experiencias y autenticidad a cualquier paquete cerrado.
Un Consejo Clave para el Viajero Independiente: La Tranquilidad no Tiene Precio
La libertad de viajar por libre es incomparable, pero implica una responsabilidad mayor: tu seguridad y tu salud corren por tu cuenta. Si te pasa algo fuera de la «burbuja» de un resort, estás vos solo ante el mundo. Por eso, si hay algo en lo que no escatimamos en Mateando Rumbos, es en un buen seguro de viaje.
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El Viaje Consciente: ¿Dónde Dejás tu Dinero y tu Huella?
Al principio, la idea de un buffet libre me fascinaba: llenar el plato, repetir solo porque lo pagaste. Hoy, veo el desperdicio de comida que eso genera y me parece una locura. Y no es solo el impacto ambiental.
El turismo sostenible para mí es, sobre todo, sostenible económicamente para la comunidad que te recibe. Cada vez que elegís un pequeño restaurante familiar, comprás en un comercio local o contratás un tour con un guía del lugar, estás asegurando que tu dinero se quede ahí, apoyando a las familias y a una economía que se apoya mutuamente. Es la diferencia entre ser un simple espectador y ser parte, aunque sea por unos días, del ecosistema del lugar.

Veredicto Final: Gastá tu Dinero, No lo Pierdas
No hay una respuesta única. La próxima vez que planifiques un viaje, en lugar de buscar solo el precio más bajo, hacete estas preguntas:
- ¿Cuál es el objetivo REAL de mi viaje? (Descansar o. Explorar)
- ¿Mi itinerario justifica el costo de tener «todo incluido»? (¿Cuántas horas pasaré realmente en el hotel?)
- ¿Qué tipo de experiencia estoy buscando? (Comodidad controlada vs. Aventura auténtica)
- ¿Dónde quiero que termine mi dinero? (En una multinacional o en el bolsillo de la comunidad local)
Un All-Inclusive puede ser la mejor inversión para unas vacaciones de desconexión total. Y un apartamento puede ser la puerta a la aventura más auténtica y económica de tu vida. Ambas son válidas.
Como siempre decimos en Mateando Rumbos, la gente cree que no viaja porque es caro, pero la verdad es que para todo hay una opción. Se trata de encontrar la tuya.
Y vos, ¿sos team All-Inclusive o team aventura por libre? ¿Alguna vez sentiste que tiraste la plata en un resort? ¡Contame tu experiencia en los comentarios!